Identidad Josefina

Visión

Ser la Institución Educativa líder en la formación integral de la persona; reconocida por su compromiso social y carácter transformador, innovador e inclusivo; que propicia un ambiente fraterno y democrático, inspirada en el carisma de las Misioneras Dominicas del Rosario.

Misión

Somos una comunidad educativa animada por el carisma de las Misioneras Dominicas del Rosario; que contribuye al desarrollo integral de la persona humana, desde la vida y para la vida; con sentido comunitario y responsabilidad ciudadana; en armonía con la diversidad cultural, social y la integridad de la creación.

El Carisma que nos anima

Misioneras Dominicas del Rosario

La Espiritualidad de las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario se fundamenta en los pilares de la Orden Dominicana, inspirado en el proyecto de fe de Domingo de Guzmán, quien a través de sus hermanos quiso que la buena noticia de Jesús se transmitiera integrando dimensiones que son irrenunciables de la espiritualidad de la Orden: Oración- contemplación, Estudio como búsqueda de la verdad, Fraternidad – comunidad, Misión – predicación.

Creemos que es posible la fraternidad universal, esta confianza nos compromete a tomar iniciativas que hagan posible construir otro mundo desde la diversidad y desde la riqueza de cada pueblo, comunidad y persona, por ello la apuesta por formar comunidades de fe en el lugar de nuestras misiones. La misión educadora es una oportunidad para vivenciar la Espiritualidad y el carisma haciendo vida los pilares de nuestra espiritualidad y compartiendo de forma democrática la vida y la misión con toda la comunidad educativa, siendo protagonistas en la tarea evangelizadora. La comunidad fraterna, por medio del estudio y la oración, las luces necesarias para descubrir la presencia de Dios en medio de nuestra realidad, reconociendo las señales de vida y las sombras que atraviesan nuestra humanidad herida.

En María reconocemos a la discípula fiel, a la mujer orante, trabajadora, que construye fraternidad, disponible, que sale de sí para amar. Atenta al proyecto de Dios en la historia, que canta y celebra porque El “levanta a los humildes y a los hambrientos colma de bienes”, ella es quien inspira nuestra misión, potenciando en nosotras la ternura y el cuidado que como mujeres desplegamos en el acompañamiento a las personas desde su diversidad cultural y religiosa.

Referente de Espiritualidad

Ramón Zubieta y Les

Nació en Arguedas (Navarra) el 31 de Agosto de 1864, fue el menor de cuatro hermanos. En el convento de Ocaña, de la Provincia dominicana de Filipinas, inició el noviciado en el año 1881. Sus estudios de filosofía y parte de los de teología los realizó en Ávila. Completó su formación teológica en Manila, donde fue ordenado sacerdote en marzo de 1889.

De inmediato inició su trabajo misionero, con los peligrosos grupos de tagalos e igorrotes, sufriendo una dura prisión y peligrando su vida durante dieciocho meses. En 1901, apenas conseguida su liberación, fue elegido para poner en marcha el nuevo Vicariato Misionero en el sur-oriente peruano, asignado a la Orden Dominicana por la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe. Tenía entonces 36 años.

El 21 de Febrero de 1902 desembarcó en Lima con dos frailes, que había conseguido a su paso por España camino del Perú. La tarea misionera se presentaba poco menos que imposible para tan reducido grupo de misioneros, lo cual supuso para el P. Zubieta una seria preocupación y un cúmulo de sufrimientos, en 1902 estableció un puesto misionero en cada una de las dos cuencas misioneras: Chirumbia, en la del río Urubamba, y la Asunción, en el río Madre de Dios. En 1906 el P. Zubieta recibió con alegría al primer grupo de seis misioneros enviados por esta Provincia. Con rapidez y decisión el P. Zubieta inició y se puso al frente del pequeño grupo misionero en una de sus más difíciles tareas: explorar y conocer el amplio y complicado territorio del Vicariato Misionero.

En 1912 logró la adquisición del Santuario de Santa Rosa de Lima, para atender y fomentar el culto a esta santa peruana, construir en sus inmediaciones un convento de acogida de los misioneros llegados de España, centro gestor del Vicariato, y casa de descanso y restablecimiento de la salud de los misioneros.

En 1913 fue consagrado obispo en Roma, y nombrado primer Vicario Apostólico de las Misiones de Santo Domingo del Urubamba y Madre de Dios. Ese mismo año fundó la Congregación de las Dominicas del Santísimo Rosario. Para la nueva congregación adquirió el Convento del Patrocinio de Lima.

Como su salud se había deteriorado, debido a la acumulación de problemas de todo tipo y de los esforzados y apasionantes trabajos misioneros de la puesta en marcha del Vicariato, falleció inesperadamente en la casa de las Misioneras Dominicas de Huacho el 21 de diciembre de 1921. Tenía 57 años intensamente vividos al servicio del Evangelio.

Referente de Espiritualidad

Ascensión Nicol

Nació en Tafalla, una pequeña ciudad en Navarra – España, sus primeros años de vida transcurrieron en los ambientes de una familia cristiana, donde el amor, el trabajo y la solidaridad, eran una práctica constante.
Cuando tenía 14 años, su padre la llevó al Colegio Internado de Santa Rosa de Huesca, que era administrado por religiosas Dominicas. El contacto con la Vida Religiosa creó en ella un deseo y una interrogante sobre su vocación y una vez terminados sus estudios, regresa un año a casa de sus padres para clarificar bien sus motivaciones. Discernida así su vocación, vuelve al Convento de Santa Rosa para ser religiosa,  fue una mujer abierta a acoger lo que Dios le iba pidiendo a su joven vida. Compartía siempre con las Hermanas sus deseos de acercarse a las personas que ella iba conociendo por los escritos misioneros de aquella época. 

Así cuando en el año 1913, llega al Convento de Santa Rosa un Obispo Misionero proveniente de la selva peruana, solicitando Hermanas para que lo acompañen en su tarea evangelizadora, Madre Ascensión aunque no sentía en ese momento grandes ilusiones para ofrecerse, se hace disponible, confiando en que Dios le está mostrando un nuevo camino para su vida.

En el año 1913, Madre Ascensión llega a Lima con 4 hermanas más y después de un año y medio de espera en la capital peruana, salen hacia la selva en una primera expedición. En Maldonado Madre Ascensión empieza a vivir un nuevo estilo de vida, una nueva manera de orar, de evangelizar y relacionarse con la gente. Es en ésta realidad de exclusión, abandono y opresión, donde se da cuenta que Dios la guía y acompaña más que nunca y así lo deja plasmado en una de sus cartas escrita en el año 1918: “¡Cuánto bien se hace en estas misiones y que cerca del cielo se siente el alma en estas apartadas regiones! Nunca me he sentido tan cerca de Dios como en los diez y seis meses de selva». 

Madre Ascensión va descubriendo a Dios que se le revela con nuevos rostros, ya no es sólo el Dios del Sagrario, es el Dios que sufre nuevamente en el nativo explotado por la empresa cauchera, es el Dios que muere en el niño tuberculoso, sin medicinas para curarse. Es el Dios que pide dignidad para aquellos marginados por la sociedad en la selva peruana.

En 1940 recoge sus últimos esfuerzos por la Congregación. 
«No es condición del obrero del reino morir en el descanso, sino en la brecha»
A mediados de Enero se acostaba definitivamente, ya no se levantaría más. 
Para ella, quien su vida entera estaba entregada a Dios, morir significa dar cuenta de los talentos recibidos. Dios la llamó a su presencia el 24 de febrero de 1940.

Conozcamos más sobre nuestro colegio

Reseña histórica

Colegio San José de Ica

El 6 de abril de 1923, a petición del Gobierno de turno, llegaron a Ica las MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIO.
Fueron recibidas por una multitud de personas de toda clase social y por las Religiosas de Cluny con quienes compartieron fraternalmente unos días de convivencia, realizando la entrega oficial del Colegio.

El 30 de noviembre de 1923, es concedida la licencia para establecer y regentar una Escuela libre Pública de primero y segundo años de Instrucción Primaria para mujeres con el título de “Colegio de San José”.
El curso se inició con 80 alumnas y al culminar el año escolar sumaron 305 matriculadas y con fecha 14 de enero de 1924, expide la Resolución N° 0016, autorizando la ampliatoria de licencia para la Enseñanza Media.
Por lo tanto, en 1924 funcionaron en el Colegio San José las secciones de Primaria, Media y Comercial, impartiéndose además clases de inglés, francés, música, dibujo, pintura labores delicadas de bordado y encajes a bolillo.

El sello que imprimió al Colegio la primera Comunidad de religiosas al frente de la M. Dolores Sauras todavía se percibe en nuestros días. Merece destacar a la Maestra y fundadora de este Centenario Colegio, M. Dolores Sauras. Modelo ideal de perfecta Misionera Dominica, alma de extraordinaria vida inferior en servicio constante a la humanidad.

El traslado al local propio fue al paso de los años, la matrícula rebasó la capacidad del antiguo local, sito en la Calle Lima, hoy Escuela de Aplicación Educativa. Para la construcción del nuevo local la Congregación adquirió en el año 1960 un amplio terreno.
Culminada la primera etapa de construcción del Proyecto consistente en dos pabellones paralelos con cuatro aulas cada uno y sus Servicios Higiénicos para la sección Primaria; otros dos pabellones idénticos con sus Servicios Higiénicos para la Sección Media y dos pabellones con dos aulas cada uno y sus respectivos servicios Higiénicos para Transición y Kindergarten. Agua con tanque elevado sobre pozo excavado, desagüe, piscina y airosas pérgolas que enlazan los pabellones. Total: Veinte aulas en seis pabellones. Lo necesario para un excelente desempeño laboral.

El día seis de septiembre del año 1964 el alumnado se trasladó oficialmente al nuevo local en la calle “Los Jazmines”, Urbanización San Isidro, en 1965 se inicia el nuevo año escolar en el nuevo local de la urbanización San Isidro bajo la dirección de la reverenda Madre Sabina García.

Desde el año 1995 las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario comparten la responsabilidad educativa con un Equipo de docente laicos empoderados para el desempeño de Directora Ejecutiva y Sub directores de Primaria y Secundaria. La representante legal de la Promotora de la Congregación recae en una religiosa.
Con el tiempo, se ha ido construyendo lo que hoy ofrece; una infraestructura amplia, funcional, elegante, salpicada en extensas zonas verdes para una Educación confortable e integral.

A través de los años el Colegio dirigido por las Misioneras Dominicas, celebró: Bodas de Plata en el año 1948, Bodas de oro en el año 1973, Bodas de Diamante en el año 1998 y en el 2015 se conmemoraron los cien años de la llegada de las primeras Misioneras a Puerto Maldonado.
En el presente año 2018 la Congregación celebrará el Centenario de su fundación.

Valores Institucionales

Justicia

Es el principio moral de todo ser humano, de contar con los medios y las oportunidades que nos permitan llegar a dar aquello que hemos sido llamados a ser. Supone una convivencia en mutuo respeto buscando el bien propio y el de los demás.

Amor

Actitud de entrega apasionada como respuesta auténtica del ser humano para dar afecto a los demás por Cristo.

Verdad

La Verdad es Dios mismo encarnado y vivo que nos convoca a evangelizar con amor y pasión a través de la educación manteniendo en todo momento la veracidad de las palabras en las acciones.